martes, 4 de diciembre de 2007

UNA SESIÓN DE REIKI

Una sesión de Reiki puede durar aproximadamente entre cuarenta y cinco minutos y una hora.
La sesión se hará con el paciente recostado sobre una camilla, el cual se deberá descalzar y deberá tener ropa cómoda. Para la sesión es muy posible que el reikista coloque una música suave y aromatice el ambiente con sahumerios lo cual ayudará a que el paciente se relaje y pueda disfrutar del encuentro con la energía Reiki.
Durante la sesión el reikista coloca sus manos sobre zonas específicas del cuerpo del paciente para ir armonizándolo. Si bien se puede dar una sesión completa de Reiki sin tocar el cuerpo del paciente, es muy importante que el reikista apoye sus manos sobre el cuerpo ya que se debe tener en cuenta que la energía es un fluido que se acomoda al envase y puede ser que el receptor (paciente) sienta el fluir de la energía por cualquier parte del cuerpo distinta de donde tenemos las manos lo cual le puede causar una gran sensación de inseguridad. Por eso se recomienda siempre a los reikistas que las sesiones las hagan con las manos apoyadas sobre el cuerpo del receptor.
En Reiki se denomina tratamiento a cuatro sesiones consecutivas e ininterrumpidas que sirve como tratamiento de shock para sacar al paciente de algún estado de desarmonía. Luego de este tratamiento de cuatro días consecutivos se podrán tomar sesiones individuales una vez por semana, por ejemplo.

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