viernes, 3 de octubre de 2008

OPTIMISMO INTELIGENTE

"Si hago una buena obra, me siento bien; y si obro mal, me siento mal. Ésta es mi religión", decía Abraham Lincoln. Para conservar y potenciar nuestra paz interior y nuestro equilibrio necesitamos no engañarnos, no decir una cosa y hacer otra; pero si esto ocurre, admitir que obramos erróneamente y sentirnos mal.

El primer pensamiento es claro: una persona es la suma de todas las buenas acciones llevadas a cabo a lo largo de su vida. ¿Qué pasa con el mal que ha hecho? Lo que importa es reconocer que lo ha hecho, sentirse mal por ello, es decir, arrepentirse y, finalmente, dos cosas: una, remediar los daños causados con la mala acción para restablecer el bien donde se causó mal; otra cosa muy importante es incrementar las buenas acciones en la medidad de nuestras posibilidades.

Como bien decía Marie Curie, la mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones.


El segundo pensamiento que debe ocupar hoy tu mente es traer a la memoria todas las cosas buenas que hayas hecho hasta ahora de forma consciente. Ese inventario debe también incluir de cuanto bueno y positivo te ha ocurrido a lo largo de tu vida hasta hoy.

¿Sabes cual es el fin de todos ellos? Que te convenzas por ti mismo de que tienes sobradas razones para el optimismo, y aunque hayas pasado por muchas situaciones críticas y la vida te haya traído no pocos sinsabores, si sumas todo lo bueno que te ha sucedido, con tus buenas acciones, sin duda esbozarás una sonrisa y reconocerás que ha merecido la pena vivir hasta hoy. Por muchas que hayan sido las sombras, las luces de tu vida se han impuesto sobre ellas, las han disipado.

Extracto del libro "APRENDIZ DE SABIO", de Bernabé Tierno.

miércoles, 1 de octubre de 2008

JIDDU KRISHNAMURTI



Me gusta mucho leer a Krishnamurti, me parece un tipo interesante. Os dejo un "recorte" de un libro que se llama "LA LIBERTAD PRIMERA Y ÚLTIMA".

"Me parece que antes de emprender un viaje para hallar la realidad, para encontrar a Dios, antes de que podamos actuar... es esencial que empecemos por comprendernos a nosotros mismos en primer término...

Ahora bien, sin conoceros a vosotros mismos, sin conocer vuestra propia manera de pensar, y por qué pensáis ciertas cosas; sin conocer el pasado de vuestro condicionamiento, ni por qué tenéis ciertas creencias en materia de arte y de religión, acerca de vuestro país y de vuestros vecinos, y acerca de vosotros mismos, ¿cómo podéis pensar verdaderamente sobre cosa alguna? Si no conocéis vuestro pasado, si no conocéis la esencia ni el origen de vuestro pensamiento, vuestra búsqueda será, con toda seguridad, completamente inútil, y vuestra acción carecerá de sentido".

lunes, 29 de septiembre de 2008

Y DESPERTAR…


Yo envidio al viajero errante y al emigrante que vuelve al hogar;
Envidio la suave luz primeriza que nos despierta,
el silencio, el azar;
Y odio la sangre fría, la estulticia, la virtuosidad
del enmascarado y falaz, del empobrecido y facineroso;
Y amo, del generoso, su prodigalidad.

Yo envidio al valiente que defiende derechos y libertades,
que no conoce la vanidad; y al ilustre y al amable y al pretencioso
incapaz, que entre hojas secas, encuentra flamear banderas e ideas,
improntas;
y el mar que no cesa,
y te ofrece promesas imposibles y crece la busca y captura,
y mece, en la cuna, su incapacidad.

Y odio perder el tiempo, la soledad, el conformismo
social, y la amargura y la maldad descarada
que enfrenta pasiones, y absorto contemplo,
ajeno, la crueldad, el inútil dinero que da la felicidad
falsa y escurridiza; enfermiza sociedad.

No espero encontrar respuestas ni ofrecer soluciones,
ni las deseo siquiera;
Mi alma envidia el misterio y los enigmas,
y los dilemas, y las plegarias humildes; y odia el rencor,
y los estigmas indelebles de dolores y obsesiones.

Yo envidio la libertad de los pájaros y los sueños de los demás;
Yo nunca he soñado;
y amo la vida… y a ti… y por qué no al desgraciado
y al escuálido dueño de templos malditos, de cartón y sucias mantas,
de botellas vacías y huecas esperanzas.

Yo odio las etiquetas, los fuegos artificiales, el papel del water
que se deshace, los yates lujosos y la lujuria promiscua, y la xenofobia
entre hermanos, y el dominical canto sagrado del cínico depravado
que exculpa pecados sin perdón.

Solo espero respeto y alguna caricia sincera, y un beso
en la noche, y ningún reproche; y ser honesto y gozar de los días;
Escapar de la ducha fría en invierno y tejer una colcha de lana
en verano, y taparme los ojos o quedarme ciego perpetuo
para no percibir los rumores funestos, las desdichas y el fuego
que ha de abrasar nuestra ira y los sueños.
Y despertar…

CONTINÚA…

Hay mil hombres sin bandera,
sin escudo, sin frontera
que separe su mundo;
Sin pasiones, sin lazos,
sin nudos en sus piernas.
Hay mil hombres sin memoria,
maniquíes en la pasarela
oscura, sin linterna;
Limpios, sucios,
encadenados a levíticos rumbos.
Han vivido la iniquidad,
y la guerra, y el sacrificio,
y la incisión y la amargura,
y el holocausto maldito
que perdura, perdura…
Y fiscalizamos sus actos,
y les negamos sus derechos humanos,
y compartimos,
falsamente,
su desgracia; espoleamos
sus principios y sus espinas
arrancamos,
y no crecen las espigas,
ni las flores; ni las niñas
sonríen, sin padres.
Y el pragmatismo nos conduce
a olvidarnos de esos mil hombres extraños,
y de sus mujeres y sus hijos;
Y la indiferencia nos complace
y nos hace inmunes a sus sueños,
tan dispares, tan ajenos,
tan distintos, tan parejos.
Y rezamos a nuestros dioses
alabanzas y plegarias,
mas no sacrificios
nos imponen.
¡Qué más da! Están tan lejos,
y tan cerca, y tan juntos;
tan viejos, son sueños
que no nos importan,
no son los nuestros;
¡Qué se jodan!


Y ellos se joden.
Y nosotros paseamos
frente a escaparates de lujuria,
y la vida continúa,
(la nuestra y la de ellos),
continúa, continúa…

EN MIS SUEÑOS



¿Quieres perderte en mis sueños?
Verás un equilibrista de ideas profanas;
Un cascarrabias buscando las pegásides de la inspiración,
Entre olíbano ceremonial, en su propia oligarquía.
Un sin hogar levando anclas despiadadas,
Sin barco, en propiedad, ¡maldita sea mi estampa!

¿Quieres meterte en mis sueños?
Verás borrascas perpetuas y un anticiclón en el alma;
Temporales giratorios,
Entre gritos liberatorios.
Anamnesis, en busca de solución,
En el estado, onírico y funesto, ¡no la vas a encontrar!

¿Quieres perderte en mis sueños?
Verás un gregario olvidado, y enfado;
Un límite tradicional, y engaño,
Entre traiciones ajenas y propias;
Axiomas de contundencia reveladora,
Sin respuestas, ¡aún no ha llegado la hora!

¿Quieres meterte en mis sueños?
Verás que no soy tan raro; efímero esperpento,
Un humano intumescente;
Entre legítimas y adversas pasiones;
Un frenético y liviano adolescente
Que ha crecido ¡tan indiferente!

¿Quieres perderte en mis sueños?
Verás liturgias y vigilias,
Un impulsivo sin freno de mano;
Entre cuerdas, atado y desatado;
Un normal caballero, sin tierra, sin pena
En el alma ¡liberada vidriera!

¿Quieres meterte en mis sueños?
Verás perderse en mareas,
Un incrédulo disciplinado;
Entre ridículos círculos imaginarios;
Un sueldo, mal pagado, por primario,
Una vida malgastada ¡qué pecado!

¿De verdad quieres formar parte de mis sueños?
Hazlo. Te espero ufano.
Te creo capaz de ello; y te quiero mía,
todo lo que puedas serlo,
Amor tardío. Amor sincero. Amor entregado. Amor ligero.
Te espero En mis sueños.

CREO EN DIOS

Cuando veo el cielo
Creo en Dios;
Cuando veo un niño,
Creo en Dios;
Cuando estoy cansado de creer,
Creo en Dios,
porque así me parieron.

Cuando una estrella brilla,
Creo en Dios;
Cuando el sol se acuesta
Y renace la luna llena,
Creo en Dios,
Porque así me parieron.

Porque así me parieron,
Creo en Dios;
Porque así yo lo quiero;
Creo en Dios.
Y no creo por despecho,
Ni por simple albedrío,
Ni por azar del destino.

Creo que creo porque amo la vida;
Creo que creo porque amo la esperanza;
Creo que creo porque así lo creo,
Y así me parieron
Los que me parieron.

Y no creo por despecho,
Ni por simple albedrío,
Ni por azar del destino.

Creo en Dios,
Y no me avergüenzo
De ello.

PENUMBRA...


Penumbra...
En la noche oscuridad.
Con las alas impregnadas de aceite y la mirada
descubriendo las sombras;
… y la penumbra,
invadiendo el espacio y los colores,
recordando tan sólo un deseo
evadido; abatido, de dolor espeso, difuminado,
despojado de alegrías humanas
carente, perdido, sutil;
enfermo de espíritu.

Penumbra.
En la mañana conspiración.
Con los años estirando de mis alas y tus pasiones
frías, olvidadas, desvanecidas;
… y la penumbra,
retomando los placeres ocultos,
y la infamia de perderse, descuidado,
inerte; insumiso y precario,
decadente,
enfermo de despedidas.

viernes, 26 de septiembre de 2008

MÍNIMO...

Me siento mínimo,
mínimamente sólo,
profundo y desgarrado,
afortunado
porque te has fijado en mí.

Entre el Cielo y la Tierra,
el Sol y la Luna,
y el alma una
en comunión sagrada.

No merezco Tu Atención,
ni Tu Respeto, ni Tu Esfuerzo;
admirado de Tu Voluntad,
en paz relativa...

Oigo y escucho Tu Voz,
siento Tu Presencia,
en desagradecida decadencia
me apago para renacer.

Tu Fuerza me ampara
y me anima el alma,
desesperada, grita en calma,
por ver Tu Rostro, definitivo.

¡Ayúdame y permíteme
despertar!; que Tu Deseo
se cumpla en mí,
que no hay anhelo humano,
mío,
que tenga sentido
sin Ti...


Un Abrazo.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

LA ECUANIMIDAD

Cuando a Buda le insultaban, jamás perdía su semisonrisa y decía: "Los demás me insultan, pero yo no recibo el insulto".

"La persona ecuánime sabe ver con templanza el curso de los acontecimientos y, ampliando su visión, ve los diferentes lados o ángulos de los mismos... Se mantiene en su centro, logrando el punto de quietud en la inquietud... Cuando viene el disfrute, goza, sin aferrarse; cuando viene el inevitable sufrimiento, sufre, sin agregar sufrimiento extra nacido de la aversión, la frustración y el odio".

Érase un rey con un ánimo muy fluctuante.
Cuando las cosechas eran buenas, se volvía completamente eufórico, pero cuando no lo eran tanto, se sentía insuperablemente abatido. Tan cambiantes eran sus humores que se comprometió a hacer extraordinariamente rico a aquel artesano que le obsequiase con un objeto que le inspirase para estabilizar su ánimo. Recibió innumerables regalos, pero ninguno le inspiraba en el sentido que él quería. Finalmente llegó un artesano de otro reino y, presentándose ante el monarca, puso en sus manos un medallón de bronce.
-¿Queréis burlaros de mí?- preguntó indignado el monarca-. Si es así, os haré ahorcar. He recibido bellísimos obsequios y este medallón no vale nada.
-No os precipitéis en vuestro juicio, señor- dijo el artesano.- Os ruego que deis la vuelta al medallón y leáis la inscripción que hay en su reverso.
Así lo hizo el rey y pudo leer: "Todo pasa; incluso los estados de ánimo de su majestad".
Desde aquel entonces el monarca no dejó de inspirarse en esa instrucción y pudo así conseguir mantenerse imperturbado ante las circunstancias externas e incluso ante sus estados de ánimo.

(Extraído del libro "LA CLARIDAD INTERIOR", de Ramiro Calle).

Un Abrazo.

EL ESFUERZO CONSCIENTE

Decía el Buda a sus discípulos: "¡Levantaos! ¡Incorporaos! Preparad sin desmayo vuestra paz mental".

Cuando decides adentrarte en tu autoconocimiento, bien sea practicando Yoga, Meditación, Reiki o cualquier otra técnica, debes tener claro que todo requiere un gran esfuerzo y disciplina. Nadie se acuesta siendo avaricioso y se levanta, al día siguiente, siendo generoso. El compromiso que se adquiere con uno mismo debe basarse en la constancia en la autoexploración y la autoobservación, sin expectativas, sin juicios, solo observando con ecuanimidad.

"Quien no se esfuerza cuando llega el momento de hacerlo; quien, aunque joven y fuerte, es perezoso, aquel cuyos pensamientos son descuidados y ociosos no ganará la sabiduría que lleva al sendero". (Extraído del Dhammapada).

En la gran epopeya india llamada Mahabharata, se nos indica: "El conocedor debe vencer el apego al considerar la impermanencia; el ansia, mediante el yoga; el orgullo, con la compasión; y el intenso deseo, con el propio contento. Debe vencer la pereza por medio del esfuerzo. La duda, mediante la seguridad, y la locuacidad, con el silencio. Debe vencer el miedo por medio del valor". (Párrafo extraído del libro "LA CLARIDAD INTERIOR", de Ramiro Calle. Altamente recomendable!!!!!!).

Un Abrazo.

jueves, 24 de abril de 2008

SALUDO AL BUDA QUE HAY EN TI

Saludo al Buda que hay en ti.
Puede que no seas consciente de ello, puede que ni siquiera lo
hayas soñado, pero eres perfecto y nadie puede ser otra cosa.
El estado de Buda es el centro exacto de tu ser, no es algo
que tiene que suceder en el futuro, ya ha sucedido.
Pero estás profundamente dormido, no sabes quién eres.
No es que tengas que convertirte en alguien, únicamente
tienes que reconocerlo, tienes que volver a tu propia
fuente, tienes que mirar dentro de ti mismo.
Permite que tu corazón sepa que eres perfecto.
Ya sé que puede parecer presuntuoso, puede parecer muy
hipotético, no puedes confiar en ello totalmente.
Es natural. Lo comprendo.
Pero permite que esta idea se deposite en ti como una
semilla, y en torno a ese hecho comenzarán a suceder
muchas cosas y podrás comprender algunas cosas.
Con esta visión en la mente: que eres perfecto, que eres
un Buda floreciendo, nada falta, todo está listo, sólo
hay que poner las cosas en el orden correcto. Lo único
que necesitas es un poco más de conciencia...
El tesoro está ahí, tienes que traer una pequeña lámpara contigo.
Una vez que la oscuridad desaparezca, dejarás de ser un
mendigo, serás un Buda. Serás un soberano, un emperador.
Todo el reino es para ti, sólo tienes que reclamarlo.
Pero claro, no puedes reclamarlo si crees que eres un mendigo.
No puedes reclamarlo, no puedes ni siquiera soñar
con reclamarlo si te sientes un mendigo.
Esta idea de que eres un mendigo, de que eres ignorante,
de que eres un pecador, ha sido predicada desde tantos
púlpitos a través de los tiempos que se ha convertido en una
profunda hipnosis en ti. esta hipnosis debe ser desbaratada.
Y es justamente para romperla que comienzo este saludo:
Saludo al Buda que hay en ti.
Osho

jueves, 17 de abril de 2008

APRENDERÁS...

Después de algún tiempo, aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma...
Y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad...
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas...
Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un adulto y no con la tristeza de un niño...
Y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado...
Aceptarás que incluso las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas...
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma...

Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla, y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida...
Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias...
Y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida...
Y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir...
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian...
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o nada, solo por el placer de disfrutar de su compañía...

Descubrirás que, muchas veces, tomas a la ligera a las personas que más te importan y, por eso, siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que las veamos...
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos...
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar a los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar...
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto...

Aprenderás que no importa a dónde llegaste, sino a dónde te diriges y, si no lo sabes, cualquier lugar sirve...
Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias...
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.

Descubrirás que, algunas veces, la persona que espras que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes, y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza...
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel...

Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo...
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo...
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y, en algún momento, condenado...
Aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles...

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces, y sólo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.

¡Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla!...

Me gustaría que este texto fuera mío, pero no lo es. Su autor es William Shakespeare y llegó a mí gracias a Nemesio, trabajador de la LUZ.

martes, 12 de febrero de 2008

III NIVEL Y MAESTRÍA REIKI SISTEMA USUI TRADICIONAL

Hola, Amigos/as:

Ayer, día 11 de febrero de 2008, hice el III nivel y la Maestría y ¡¡fue muy hermoso!!.

Éramos 4 personas: mis dos Maestros Reiki (son matrimonio, Marcos me inició en el nivel I y Merche en el II), Lola (que ya era maestra Reiki, pero se hacía una resintonización) y yo.

El ambiente era increíble; se respiraba una PAZ enorme. Yo estaba nervioso porque aunque estaba muy seguro de querer hacerlo (¡¡lo necesitaba!!), en el fondo no sabía con certeza si estaría preparado o no. Mi evolución personal, no sé por qué, ha sido muy rápida, pero os aseguro que únicamente el Universo y uno mismo son capaces de sentir cuándo llega tu momento. Yo tuve que meditar mucho para saber quién era el que quería hacer el III nivel y la maestría, si Vicente el exterior (ego) o Vicente (mi Ser Interior). Cuando recibí la respuesta lo tuve claro definitivamente.

En una mesita con velas encendidas e imágenes de Budas, Vírgenes y mi amado Jesús de Nazaret, pusimos fotos de seres queridos. Yo puse dos fotos: una en la que estoy de pequeño junto a mi hermana, y otra donde aparecemos mis hijos, mi mujer y yo.

Comenzamos con un ejercicio de relajación que nos transportó a un encuentro con nuestro niño interior y que fue maravilloso. (Yo me llevo bien con mi niño interior). Después hicimos un ejercicio llamado el “vuelo del ángel”, en el que se supone que vuelas realmente, unidas las auras de tu maestro y la tuya. Sinceramente no tuve ninguna sensación especial, ni visualicé nada. (No soy de visualizar).

Y después el maravilloso regalo de la iniciación. Cuando me introdujeron el Dai Ko Myo en el chakra corona, comencé a ver una especie de campana azul celeste que me cubría, empezando en la cabeza y llegaba hasta los hombros. Y después comencé a ver bolas o pompas de color morado que entraban en mí a raudales.

Me sentí pleno, feliz, lleno de paz y de amor, ¡¡fue precioso!!.

Después mis Maestros me estuvieron haciendo un poco de Reiki, sobre el 4º chakra, las rodillas y los tobillos.

Posteriormente, le hicieron la resintonización a Lola y yo me quedé tumbado y relajado.

Cuando todo terminó, mis Maestros me explicaron lo que me tenían que explicar; los aspectos más formales del III nivel y la maestría, y charlamos durante mucho tiempo, de nuestras experiencias, sensaciones, percepciones...

Y hasta aquí lo que puedo contar. Evidentemente hay cosas que quedan para uno mismo y su intimidad; sé que lo entendéis.

Hoy estoy muy, muy feliz y, a la vez, siento una gran responsabilidad hacia mí mismo, hacia los demás seres y hacia el mundo, en general. Sé que ahora empieza una etapa preciosa, de mucho trabajo personal e intentaré aprovecharla.

Espero que os haya gustado mi experiencia, aunque no fue nada extraordinario desde el punto de vista fenomenológico, pero sí fue extraordinario para mí. Un regalo y un recuerdo imborrable para el resto de mi vida.

Un Sincero Abrazo.

Vicente

martes, 29 de enero de 2008

LA VALENTÍA SE FORTALECE CULTIVANDO LA CURIOSIDAD

Esta historia es un fragmento del libro "Atreverse a vivir", de Miriam Subirana (me puse en contacto con ella, y muy amablemente, me dio su permiso, gracias Miriam).

En 1911, por razones que nadie ha podido descubrir, un hombre apareció desnudo y sólo al pie de las montañas de Mount Lassen, en California del Norte. Con la ayuda de dos antropólogos de Berkeley, Thomas Waterman y Alfred Kroeber, se supo que él era el último miembro que quedaba de la que en su día fue una tribu de indios americanos nativos conocidos como los Yana. Aunque aceptó la amistad de los occidentales que le llevaron y le dieron una casa en la universidad local, él nunca compartió su nombre real y se dio a conocer como "Ishi", que significa "hombre".

Él nunca había vivido en lo que sus benefactores llamaban "la civilización", y continuamente se le presentaban cosas que no había experimentado antes. En su primera visita a San Francisco, llevaron a Ishi a la estación de tren Oroville. Cuando se acercó el tren, él, silenciosamente, se alejó de sus compañeros de viaje y se quedó detrás de una columna. Cuando le llamaron para que fuera con ellos, avanzó hacia delante y se subió al tren.

De regreso a la universidad, Kroeber le preguntó acerca de su extraño comportamiento en la estación de tren. Ishi le dijo que, cuando él era pequeño, todos los miembros de su tribu veían pasar el tren a lo largo del valle. Observándolo, veían cómo se arrastraba hacia delante echando humo que parecía salir de algún fuego dentro del tren, y eso les hacía pensar que era un diablo que se comía a las personas.
Sorprendido, Kroeber preguntó: "¿Cómo tuviste el coraje de subirte al tren si pensabas que era un diablo?".

Ishi respondió: "Mi vida me ha enseñado a tener más curiosidad que miedo".

Un Abrazo.

Vicente

lunes, 28 de enero de 2008

ANTE LA MUERTE

Hola, Amigos/as.

Hace dos semanas perdí a dos familiares y a un amigo. Estos acontecimientos, evidentemente, me afectaron, porque perder a seres queridos no es agradable precisamente. Pero, como todos los procesos por los que pasamos, hay que sacar lo positivo, y, en esta ocasión, aunque parezca que no hay nada positivo, sí lo hay, y os cuento.

En Occidente estamos acostumbrados a ver la muerte como algo tenebroso; le tenemos miedo a morir porque desconocemos lo que pasa durante y después de la muerte. Y es lógico, porque si estás leyendo esto es que no has pasado por el proceso de morir.

Actualmente estoy leyendo, “por causalidad”, un libro titulado “Atreverse a Vivir”, de Miriam Subirana. Cuenta la autora que el Dr. Raymond Moody fue de los primeros que escribió sobre experiencias “cercanas a la muerte” (“Vida después de la vida”), es decir, de experiencias de gente que había estado unos minutos muerta y, luego, habían vuelto a la vida. Constató que siempre se repetía un esquema similar:

“La historia es que el cuerpo está aquí y ellos estaban separados del cuerpo. Por ejemplo, estaban estirados en el quirófano y es como si estuvieran por encima, en el techo, y podían escuchar y entender todo lo que las enfermeras y el médico estaban diciendo y, al regresar del coma, informaban con todo detalle de qué había dicho cada uno…
Primero describían el estado de observador en el que estaban, observándolo todo. Luego pasaban a una experiencia diferente, como si pudieran ver la película de su vida ante ellos…, luego es como si pasaran por un túnel de oscuridad y, al final del túnel, iban a la luz. No la luz de la electricidad. Una luz que parecía tener personalidad, una luz llena de amor, un amor que aceptaba, incondicional, que no juzgaba, que les hacía sentirse seguros y protegidos. Experimentaban una experiencia de euforia y alegría, y de inmensa libertad y unidad.
Finalmente, algo sucedía y regresaban…; Tal vez el doctor les estaba haciendo… que el corazón volviera a latir… Cuando regresaban “Ya no estaban tan interesados en los logros materiales, venían con amor y compasión hacia la humanidad y regresaban con diferente conciencia y estilo de vida. Sobre todo, volvían sin ningún miedo a la muerte”.


Yo creo en la interinidad del cuerpo y la victoria del Alma, es decir, que el cuerpo un día deja de funcionar y eso significa que ha llegado el momento de partir. En Reiki se considera que todo el Universo está compuesto de Energía, así que nuestro cuerpo llega un momento que se vacía de energía y muere, pero nuestra alma, nuestra esencia, nuestro Yo, continúa su existencia en otro plano, otra dimensión o como quiera verse.

Una muy buena Amiga, Mª Ángeles (LAlita), me envió un sms el día que falleció mi amigo Juan. Además de transmitirme su pésame me envió una frase que me ha hecho pensar. Decía más o menos, que comprendiera que su trabajo aquí había terminado ya y que le dejara marchar hacia la luz. Y es una gran verdad. Cuenta Miriam Subirana, refiriéndose al libro del Dr. Moody: “En el momento en el que sentían que entraban en un túnel de luz y en una experiencia liberadora, el sufrimiento de sus familiares o seres queridos les atrapaba o les frenaba en ese proceso y viaje de liberación. No les permitía irse en paz. ¿Eso es amor o apego?. Apego. Atas al ser querido, no lo liberas. Hemos de ayudar a una persona a vivir plenamente aquí y ahora y ayudarla a morir cuando es su momento".

Cuando hace dos semanas mi tío, sin saberlo, esperaba morir, pues no había solución médica para su enfermedad, yo solicité Reiki para él a muchos amigos y amigas. Cuando hice la solicitud de Reiki, las noticias que yo tenía eran que estaba grave, pero no sabíamos el alcance de esa gravedad. Se decía que quizá deberían operarle de urgencia, etc., etc. Cuando falleció algunos amigos me enviaron mensajes como estos:

“Acabo de leer tu post. Lo siento en el alma...
No sé si debería contarte esto, pero me ha dejado muy impactada, por que ayer al enviarle Reiki a tu tío y querer que se recuperara algo me decía que se iba.. Me sentía tan mal por venirme eso a la cabeza que no quería ver nada, solo enviar Reiki... pero yo no se enviar Reiki sin visualizar, así que me costó horrores.. fue una sesión muy larga y dura. No se por qué me vino a la cabeza que estaba preocupado por su familia. Yo le dije que estuviera tranquilo, que estabas tú con ellos, que confiara en dios, en la vida y el plan divino (no se por qué dije esto, ya sabes lo que es dios para mi, pero me salió así… significaba que dejara fluir y confiara en los caminos de la vida). Me venía todo el rato que se iba a ir, me daba tanta pena que os dejara así que me sentía angustiada y yo le pedía por favor (aunque sabía que cada uno tiene su momento, y que no podía pedirle quedarse), que no se fuera así tan rápido, que te esperara al menos a ti, a que supieras o entendieras de algún modo que se iba para tú poder ayudar a los demás. Finalmente logré ver a tu tío en paz en la cama del hospital.

No sé Vicentito, yo tengo mucha imaginación para estas cosas, pero estoy segura de que él se fue tranquilo y en paz.

(…)


¡Impresionante!, ¿no?.

El día que murió tu tío, me pasó algo "muy raro" cuando le enviaba Reiki, y le estuve consultando a John.... El día anterior a mandarle Reiki había tenido en clase de terapeutas una iniciación TodoAmor y cuando le envié a tu tío (que sería aproximadamente a la hora de su muerte) tuve otra de manera espontánea... que a él le llegó... y a mi "me llegó" su "respuesta": Vicente, no sabía cómo contarte esto porque a mi nunca me ha pasado algo ni remotamente parecido... sentí que tu tío se iba en ese momento y se iba cargado de amor y de paz.... pero no te lo quise decir en el MP (mensaje privado) porque pensé que "sería cosa de mi cabecita loca"... pero cuando luego dijiste que había fallecido a la misma hora que yo le estaba enviando... no sé si me estoy explicando, estas cosas serían más fáciles hablarlas que escribirlas.

No te cuento esto ahora para nada más que para transmitirte el mensaje de paz, esperanza y amor que me llegó de tu tío y que espero que "te sirva".


¡Impresionante también!.

Hola hermano.

He enviado Reiki....ha entrado muy bien, pero no he percibido la mejora....

Informa, que seguimos si hace falta.


Otra canalización impresionante.

Pues nada más, dejo la entrada para que reflexionéis, si os apetece. A mí me han hecho sentirme reconfortado. Lo positivo es la evidencia de la Vida más allá de la Muerte.

¡¡¡Gracias Amigos Reiki!!!.
Vicente

viernes, 11 de enero de 2008

"EN EL ÁRBOL DE LA VIDA" (Poesía)

En el árbol de la vida colgué
mis esperanzas,
y sus raíces crecieron robustas,
a pesar de la soledad
en la que se crece,
y se crece.

Colgué mis rabias, mis iras
y mis dilemas,
y los frutos más maduros
crecieron,
y crecieron.

Colgué mis sueños,
y mis recuerdos que se envolvían
entre plásticos y azufre,
terciopelo y carencia,
pero crecieron,
y crecieron.

En el árbol de la vida colgué
mis locuras y mis extraños pensamientos,
y mis estúpidos enigmas,
y las secuelas y las cicatrices
crecieron,
y crecieron.

Y en el fondo más profundo,
bajo un cielo apagado
de sombras, y relámpagos
de silencio, y de flores
marchitas; creció mi ser más íntimo
y personal,
y le amo; y le amaré;
como a esa flor de estaño
que creció entre mis manos,
y creció;
con mi nombre entre sus labios,
y mi Vida entre sus brazos;
porque ansiaba ser amada.
Y la amo.

jueves, 10 de enero de 2008

TRES MÉTODOS DE MEDITACIÓN

Como ya expuse anteriormente, el Maestro Sogyal Rimpoché nos cuenta que hay innumerables métodos para meditar. Sin embargo, nos propone TRES métodos muy útiles, que paso a comentar:

"1º) "Observar" la respiración.

"... es muy antiguo y se encuentra en todas las escuelas de budismo. Consiste en dejar que su atención repose, ligera y atentamente, en la respiración.

En la enseñanza de Buda se dice que el aliento, en sánscrito prana, es el vehículo de la mente, puesto que es el prana lo que hace que nuestra mente se mueva. Así, cuando se aquieta la mente por medio del trabajo hábil con la respiración, al mismo tiempo y de forma automática se domestica y entrena la mente.

Por consiguiente, al meditar, respire con naturalidad. Concentre ligeramente su atención en la espiración. Al espirar, déjese ir con el aire que sale hacia fuera. Cada vez que suelta el aire, se afloja y se libera de todo aferramiento. ... Cada vez que espire, y antes de volver a inspirar, comprobará que aparece una pausa natural a medida que se disuelve el aferramiento. ... Repose en esa pausa, en ese espacio abierto. Y cuando vuelva a tomar aire, de un modo natural, no se concentre especialmente en la inspiración, sino siga reposando su mente en ese hueco que se ha abierto.
Cuando esté practicando, es importante que no se enrede en comentarios mentales, análisis, ni charla interior. ... lo importante es la pura presencia mental.

Más que "observar" la respiración, vaya identificándose gradualmente con ella, como si se convirtiera en ella. Poco a poco, el aliento, la persona que respira y la respiración se vuelven uno; la dualidad y la separación se disuelven. ... comprobará que este sencillísimo proceso de presencia mental filtra sus pensamientos y emociones".

Para aquellas personas que no se encuentren cómodas con este método, el Maestro nos propone un segundo.

"2º) Utilizar un objeto.

... consiste en reposar ligeramente la mente sobre un objeto. ... puede utilizar un objeto de belleza natural que le induzca una sensación especial de inspiración (una flor o un cristal); pero algo que represente la verdad, como una imagen de Buda o de Cristo, o especialmente de su maestro, es todavía más poderoso. Su maestro es un lazo viviente con la verdad...

Muchas personas han encontrado una conexión especial con la imagen de la estatua de Padmasambhava, llamada "Se parece a mí", que fue hecha al natural y bendecida por él mismo en el siglo VIII en Tíbet. ... Los tibetanos lo conocen como "el segundo Buda" y le llaman afectuosamente "Guru Rimpoché", que significa "Maestro Precioso".


Inspirado por esto, fije una reproducción de esta fotografía a la altura de los ojos y pose ligeramente la atención en su rostro, especialmente en su mirada. Hay una profunda quietud en la inmediatez de esa mirada, que casi salta de la fotografía para transportarnos a un estado de percepción sin aferramiento, el estado de la meditación. Acto seguido, deje su mente callada y en paz, con Padmasambhava".

Por último, el maestro nos explica un Tercer método.

"3º) Recitar un mantra.

... es unir la mente con el sonido de un mantra. La definición de mantra es "aquello que protege la mente".

Cada sílaba de un mantra está impregnada de poder espiritual, condensa una verdad espiritual y vibra con la bendición del habla de los budas.

El mantra que yo recomiendo a mis estudiantes es OM AH HUM VAJRA GURU PADMA SIDDHI HUM (los tibetanos lo pronuncian: Om Ah Hung Benza Guru Pema Siddhi Hung), que es el mantra de Padmasambhava, de todos los maestros y seres realizados, y es por ello especialmente potente para la paz, la curación, la transformación y la protección en esta era violenta y caótica. Recite el mantra para sus adentros, con profunda atención, y deje que la respiración, el mantra y su conciencia se vayan fundiendo en uno".

A partir de aquí, mi recomendación es que cada cual busque su propio método de meditación, con el que se encuentre más cómodo. Estos tres métodos expuestos pueden ser de gran utilidad, pero no significa que sean los únicos, ni los que mejor le sirvan al practicante.

Yo, personalmente, he probado los tres y con el que más me identifico es con el segundo, utilizando la imagen del Maestro Padmasambhava. Simplemente me trasnmite PAZ...


Hasta pronto.


Vicente

miércoles, 9 de enero de 2008

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD...

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto.

Y entonces pude relajarme.

Hoy sé que eso tiene nombre... Auto-Estima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es... Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento.

Hoy sé que eso se llama... Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir cómo es ofensivo tratar de forzar alguna situación o persona solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada... inclusive yo mismo.

Hoy sé que el nombre de eso es... Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable ... Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó esa actitud, Egoísmo.

Hoy sé que se llama... Amor Propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los Mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.

Hoy sé que eso es... Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso erré muchas menos veces.

Hoy descubrí la... Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el Pasado y de preocuparme con el Futuro. Ahora me mantengo en el Presente, que es donde la vida acontece.

Hoy vivo un día a la vez.

Y eso se llama... Plenitud.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.

Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.

Este texto llegó a mi gracias a gala, trabajadora de la LUZ.

EL MIEDO

Según un cuento chino, un rey, famoso por su coraje y ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de sus soldados, como consecuencia de los violentos ataques y saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que dos servidores, y su castillo era el último bastión que impedía a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar sus aldeas diezmadas por el continuo acoso.

Y llegó el día en que se supo que los bárbaros avanzaban hacia las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco al palacio. Se cuenta que esa noche, cuando llegaron las noticias del avance enemigo, se vio el rostro del monarca marcado por el temor y la responsabilidad, pero en ningún momento abatido por el miedo.

Al amanecer, el rey ordenó a sus servidores que abrieran todas las puertas y ventanas, y, acto seguido, se instaló en una de las almenas a fin de observar la llegada de los invasores. Inmutable, les vio avanzar hasta la escalinata de palacio.

Pero, su serenidad perturbó hondamente a los bárbaros. Éstos supusieron que les esperaba una trampa en su interior. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe reunió a sus hombres y tocó a retirada.

El rey dijo, entonces, a sus servidores: "Ved y no olvidéis nunca que una misma emoción, el miedo, a ellos les ha impulsado a huir atemorizados y a nosotros nos ha motivado a permanecer en nuestro puesto, encontrando una respuesta creativa a tan atemorizada situación".

(Adaptación libre de un relato anónimo de la tradición china).


martes, 8 de enero de 2008

MÉTODOS DE MEDITACIÓN Y POSTURA: INTRODUCCIÓN

En principio existen tantos métodos de meditación como personas, es decir, cada cual puede emplear el método que quiera, pero, evidentemente, no a todo el mundo le resulta fácil encontrar ese punto o estado de reposo y atención sin seguir un método determinado. "Buda enseñó 84.000 maneras distintas de domesticar y apaciguar las emociones negativas, y en el budismo existen incalculables métodos de meditación".

"...un método sólo es un medio, no la meditación en sí", dice el Maestro Sogyal Rimpoché; y continúa "...para que se produzca la meditación hay que crear condiciones serenas y auspiciosas.Antes de alcanzar el dominio de nuestra mente tenemos que calmar su entorno..., la mente es como la llama de una vela: inestable, parpadeante, constantemente cambiante, avivada por el viento violento de nuestros pensamientos y emociones. La llama sólo arderá de forma estable cuando aquietemos el aire que la rodea..."

Estas palabras nos llevan, irremediablemente, al cómo crear ese entorno, a la creación de esa condición auspiciosa, y, consecuentemente, a LA POSTURA.

"...el sentido de adoptar una postura correcta es el de crear un ambiente más estimulante para la meditación...
La postura (de la que habla Sogyal Rimpoché) procede de las antiguas enseñanzas de Dzogchen...". Es la postura que le fue enseñada a este Maestro y la que él nos explica: "Siéntese, pues, como si fuera usted una montaña, con toda la majestad firme y serena de una montaña... lo más esencial es mantener la espalda recta, como una flecha o una pila de monedas de oro. La energía interior, o prana, podrá fluir entonces sin obstrucción por los canales sutiles del cuerpo, y la mente hallará su verdadero estado de reposo. No fuerce nada... La cabeza ha de estar cómodamente equilibrada sobre el cuello. Los hombros y la parte superior del tronco aportan la fuerza y la gracia de la postura, y deben sostenerse con vigoroso aplomo, pero sin tensión.
Siéntese con las piernas cruzadas. No es necesario que adopte la postura completa del loto... Las piernas cruzadas expresan la unidad de la vida y la muerte, de lo bueno y lo malo, de los medios hábiles y la sabiduría, de los principios masculino y femenino, de samsara y nirvana... También puede preferir sentarse en una silla con las piernas relajadas, pero procure tener siempre la espalda recta.
En mi tradición de meditación, los ojos han de estar abiertos: este es un punto muy importante. Si es usted sensible a las perturbaciones exteriores, cuando empiece a practicar puede favorecerle cerrar los ojos un rato y volverse calladamente hacia su interior.
Una vez se sienta establecido en la calma, abra gradualmente los ojos y comprobará que su mirada se ha vuelto más sosegada y tranquila. Ahora mire hacia abajo, siguiendo la línea de la nariz, en un ángulo de unos 45 grados ante usted.
... no enfoque la vista sobre nada en particular; vuélvase en cambio ligeramente hacia usted mismo y deje que su mirada se extienda y se vuelva cada vez más amplia y espaciosa."

Los motivos de tener los ojos abiertos son varios: es más difícil dormirse; la meditación no se trata de evadirse del mundo, ni entrar en trance o en un estado alterado de conciencia: "Por consiguiente, durante la meditación mantenga los ojos abiertos, no cerrados. En lugar de excluir la vida, permanece usted abierto y en paz con todo. Deje abiertos todos sus sentidos -el oído, la vista, el tacto - con naturalidad, ..., sin aferrarse a sus percepciones...
Cuando medite deje la boca ligeramente abierta.... Deje que las manos reposen cómodamente sobre las rodillas".

"... cuando medite, invítese a percibir la autoestima, la dignidad y la poderosa humildad del buda que es usted".

En la próxima ENTRADA comentaremos tres métodos concretos.

Un Abrazo.

PRÁCTICA DE LA PRESENCIA MENTAL

Como continúa el Maestro Sogyal Rimpoché: "La meditación consiste en llevar la mente de vuelta a casa, y esto se consigue en primer lugar por la práctica de la presencia mental o atención".

Esta "atención" es fundamental y, al mismo tiempo, difícil de conseguir. Es la "atención sostenida" de la que habla otro Maestro, español y más contemporáneo (murió en los años 80), que era Antonio Blay Fontcuberta; y de la que han hablado muchísimos autores y meditadores.

Es estar en una calma alerta; contemplar sin juzgar; aceptar con amplitud; fluir (en términos reikianos); permanecer abiertos y atentos. Dice Sogyal Rimpoché: "Más que suprimir las emociones o entregarse a ellas, lo importante aquí es contemplarlas, y contemplar los pensamientos y cualquier cosa que surja, con una aceptación y una generosidad lo más abiertas y amplias posible... Gradualmente, mientras permanece abierto y atento... empezará a sentirse a gusto en su ser... De aquí viene una sensación de liberación y una profunda tranquilidad... Sólo cuando hemos eliminado el daño que llevamos dentro nos volvemos verdaderamente útiles para los demás."

Y continúa: "Sobre todo, siéntase cómodo, tan natural y holgado como pueda. Escape sigilosamente del lazo de su nervioso yo habitual, abandone todo deseo y relájese en su verdadera naturaleza. Imagínese que su yo ordinario, emocional y agobiado de pensamientos, es un bloque de hielo o un trozo de mantequilla dejado al sol... Sentado en silencio, el cuerpo quieto, la boca callada, la mente en paz, deje ir y venir sus pensamientos y emociones, todo lo que surja, sin aferrarse a nada".

Bien, pues todo esto es tremendamente difícil y, a la vez, tremendamente sencillo. Solo es cuestión de practica y paciencia. Que nadie espere meditar un día y encontrar toda esa paz y tranquilidad. Releer "ENTRENAMIENTO DE LA MENTE" y os acordaréis de los 4 matices a los que se refiere el Maestro Sogyal Rimpoché (último párrafo).

Seguiremos con unos Métodos, Postura...

Un Abrazo