martes, 29 de enero de 2008

LA VALENTÍA SE FORTALECE CULTIVANDO LA CURIOSIDAD

Esta historia es un fragmento del libro "Atreverse a vivir", de Miriam Subirana (me puse en contacto con ella, y muy amablemente, me dio su permiso, gracias Miriam).

En 1911, por razones que nadie ha podido descubrir, un hombre apareció desnudo y sólo al pie de las montañas de Mount Lassen, en California del Norte. Con la ayuda de dos antropólogos de Berkeley, Thomas Waterman y Alfred Kroeber, se supo que él era el último miembro que quedaba de la que en su día fue una tribu de indios americanos nativos conocidos como los Yana. Aunque aceptó la amistad de los occidentales que le llevaron y le dieron una casa en la universidad local, él nunca compartió su nombre real y se dio a conocer como "Ishi", que significa "hombre".

Él nunca había vivido en lo que sus benefactores llamaban "la civilización", y continuamente se le presentaban cosas que no había experimentado antes. En su primera visita a San Francisco, llevaron a Ishi a la estación de tren Oroville. Cuando se acercó el tren, él, silenciosamente, se alejó de sus compañeros de viaje y se quedó detrás de una columna. Cuando le llamaron para que fuera con ellos, avanzó hacia delante y se subió al tren.

De regreso a la universidad, Kroeber le preguntó acerca de su extraño comportamiento en la estación de tren. Ishi le dijo que, cuando él era pequeño, todos los miembros de su tribu veían pasar el tren a lo largo del valle. Observándolo, veían cómo se arrastraba hacia delante echando humo que parecía salir de algún fuego dentro del tren, y eso les hacía pensar que era un diablo que se comía a las personas.
Sorprendido, Kroeber preguntó: "¿Cómo tuviste el coraje de subirte al tren si pensabas que era un diablo?".

Ishi respondió: "Mi vida me ha enseñado a tener más curiosidad que miedo".

Un Abrazo.

Vicente

lunes, 28 de enero de 2008

ANTE LA MUERTE

Hola, Amigos/as.

Hace dos semanas perdí a dos familiares y a un amigo. Estos acontecimientos, evidentemente, me afectaron, porque perder a seres queridos no es agradable precisamente. Pero, como todos los procesos por los que pasamos, hay que sacar lo positivo, y, en esta ocasión, aunque parezca que no hay nada positivo, sí lo hay, y os cuento.

En Occidente estamos acostumbrados a ver la muerte como algo tenebroso; le tenemos miedo a morir porque desconocemos lo que pasa durante y después de la muerte. Y es lógico, porque si estás leyendo esto es que no has pasado por el proceso de morir.

Actualmente estoy leyendo, “por causalidad”, un libro titulado “Atreverse a Vivir”, de Miriam Subirana. Cuenta la autora que el Dr. Raymond Moody fue de los primeros que escribió sobre experiencias “cercanas a la muerte” (“Vida después de la vida”), es decir, de experiencias de gente que había estado unos minutos muerta y, luego, habían vuelto a la vida. Constató que siempre se repetía un esquema similar:

“La historia es que el cuerpo está aquí y ellos estaban separados del cuerpo. Por ejemplo, estaban estirados en el quirófano y es como si estuvieran por encima, en el techo, y podían escuchar y entender todo lo que las enfermeras y el médico estaban diciendo y, al regresar del coma, informaban con todo detalle de qué había dicho cada uno…
Primero describían el estado de observador en el que estaban, observándolo todo. Luego pasaban a una experiencia diferente, como si pudieran ver la película de su vida ante ellos…, luego es como si pasaran por un túnel de oscuridad y, al final del túnel, iban a la luz. No la luz de la electricidad. Una luz que parecía tener personalidad, una luz llena de amor, un amor que aceptaba, incondicional, que no juzgaba, que les hacía sentirse seguros y protegidos. Experimentaban una experiencia de euforia y alegría, y de inmensa libertad y unidad.
Finalmente, algo sucedía y regresaban…; Tal vez el doctor les estaba haciendo… que el corazón volviera a latir… Cuando regresaban “Ya no estaban tan interesados en los logros materiales, venían con amor y compasión hacia la humanidad y regresaban con diferente conciencia y estilo de vida. Sobre todo, volvían sin ningún miedo a la muerte”.


Yo creo en la interinidad del cuerpo y la victoria del Alma, es decir, que el cuerpo un día deja de funcionar y eso significa que ha llegado el momento de partir. En Reiki se considera que todo el Universo está compuesto de Energía, así que nuestro cuerpo llega un momento que se vacía de energía y muere, pero nuestra alma, nuestra esencia, nuestro Yo, continúa su existencia en otro plano, otra dimensión o como quiera verse.

Una muy buena Amiga, Mª Ángeles (LAlita), me envió un sms el día que falleció mi amigo Juan. Además de transmitirme su pésame me envió una frase que me ha hecho pensar. Decía más o menos, que comprendiera que su trabajo aquí había terminado ya y que le dejara marchar hacia la luz. Y es una gran verdad. Cuenta Miriam Subirana, refiriéndose al libro del Dr. Moody: “En el momento en el que sentían que entraban en un túnel de luz y en una experiencia liberadora, el sufrimiento de sus familiares o seres queridos les atrapaba o les frenaba en ese proceso y viaje de liberación. No les permitía irse en paz. ¿Eso es amor o apego?. Apego. Atas al ser querido, no lo liberas. Hemos de ayudar a una persona a vivir plenamente aquí y ahora y ayudarla a morir cuando es su momento".

Cuando hace dos semanas mi tío, sin saberlo, esperaba morir, pues no había solución médica para su enfermedad, yo solicité Reiki para él a muchos amigos y amigas. Cuando hice la solicitud de Reiki, las noticias que yo tenía eran que estaba grave, pero no sabíamos el alcance de esa gravedad. Se decía que quizá deberían operarle de urgencia, etc., etc. Cuando falleció algunos amigos me enviaron mensajes como estos:

“Acabo de leer tu post. Lo siento en el alma...
No sé si debería contarte esto, pero me ha dejado muy impactada, por que ayer al enviarle Reiki a tu tío y querer que se recuperara algo me decía que se iba.. Me sentía tan mal por venirme eso a la cabeza que no quería ver nada, solo enviar Reiki... pero yo no se enviar Reiki sin visualizar, así que me costó horrores.. fue una sesión muy larga y dura. No se por qué me vino a la cabeza que estaba preocupado por su familia. Yo le dije que estuviera tranquilo, que estabas tú con ellos, que confiara en dios, en la vida y el plan divino (no se por qué dije esto, ya sabes lo que es dios para mi, pero me salió así… significaba que dejara fluir y confiara en los caminos de la vida). Me venía todo el rato que se iba a ir, me daba tanta pena que os dejara así que me sentía angustiada y yo le pedía por favor (aunque sabía que cada uno tiene su momento, y que no podía pedirle quedarse), que no se fuera así tan rápido, que te esperara al menos a ti, a que supieras o entendieras de algún modo que se iba para tú poder ayudar a los demás. Finalmente logré ver a tu tío en paz en la cama del hospital.

No sé Vicentito, yo tengo mucha imaginación para estas cosas, pero estoy segura de que él se fue tranquilo y en paz.

(…)


¡Impresionante!, ¿no?.

El día que murió tu tío, me pasó algo "muy raro" cuando le enviaba Reiki, y le estuve consultando a John.... El día anterior a mandarle Reiki había tenido en clase de terapeutas una iniciación TodoAmor y cuando le envié a tu tío (que sería aproximadamente a la hora de su muerte) tuve otra de manera espontánea... que a él le llegó... y a mi "me llegó" su "respuesta": Vicente, no sabía cómo contarte esto porque a mi nunca me ha pasado algo ni remotamente parecido... sentí que tu tío se iba en ese momento y se iba cargado de amor y de paz.... pero no te lo quise decir en el MP (mensaje privado) porque pensé que "sería cosa de mi cabecita loca"... pero cuando luego dijiste que había fallecido a la misma hora que yo le estaba enviando... no sé si me estoy explicando, estas cosas serían más fáciles hablarlas que escribirlas.

No te cuento esto ahora para nada más que para transmitirte el mensaje de paz, esperanza y amor que me llegó de tu tío y que espero que "te sirva".


¡Impresionante también!.

Hola hermano.

He enviado Reiki....ha entrado muy bien, pero no he percibido la mejora....

Informa, que seguimos si hace falta.


Otra canalización impresionante.

Pues nada más, dejo la entrada para que reflexionéis, si os apetece. A mí me han hecho sentirme reconfortado. Lo positivo es la evidencia de la Vida más allá de la Muerte.

¡¡¡Gracias Amigos Reiki!!!.
Vicente

viernes, 11 de enero de 2008

"EN EL ÁRBOL DE LA VIDA" (Poesía)

En el árbol de la vida colgué
mis esperanzas,
y sus raíces crecieron robustas,
a pesar de la soledad
en la que se crece,
y se crece.

Colgué mis rabias, mis iras
y mis dilemas,
y los frutos más maduros
crecieron,
y crecieron.

Colgué mis sueños,
y mis recuerdos que se envolvían
entre plásticos y azufre,
terciopelo y carencia,
pero crecieron,
y crecieron.

En el árbol de la vida colgué
mis locuras y mis extraños pensamientos,
y mis estúpidos enigmas,
y las secuelas y las cicatrices
crecieron,
y crecieron.

Y en el fondo más profundo,
bajo un cielo apagado
de sombras, y relámpagos
de silencio, y de flores
marchitas; creció mi ser más íntimo
y personal,
y le amo; y le amaré;
como a esa flor de estaño
que creció entre mis manos,
y creció;
con mi nombre entre sus labios,
y mi Vida entre sus brazos;
porque ansiaba ser amada.
Y la amo.

jueves, 10 de enero de 2008

TRES MÉTODOS DE MEDITACIÓN

Como ya expuse anteriormente, el Maestro Sogyal Rimpoché nos cuenta que hay innumerables métodos para meditar. Sin embargo, nos propone TRES métodos muy útiles, que paso a comentar:

"1º) "Observar" la respiración.

"... es muy antiguo y se encuentra en todas las escuelas de budismo. Consiste en dejar que su atención repose, ligera y atentamente, en la respiración.

En la enseñanza de Buda se dice que el aliento, en sánscrito prana, es el vehículo de la mente, puesto que es el prana lo que hace que nuestra mente se mueva. Así, cuando se aquieta la mente por medio del trabajo hábil con la respiración, al mismo tiempo y de forma automática se domestica y entrena la mente.

Por consiguiente, al meditar, respire con naturalidad. Concentre ligeramente su atención en la espiración. Al espirar, déjese ir con el aire que sale hacia fuera. Cada vez que suelta el aire, se afloja y se libera de todo aferramiento. ... Cada vez que espire, y antes de volver a inspirar, comprobará que aparece una pausa natural a medida que se disuelve el aferramiento. ... Repose en esa pausa, en ese espacio abierto. Y cuando vuelva a tomar aire, de un modo natural, no se concentre especialmente en la inspiración, sino siga reposando su mente en ese hueco que se ha abierto.
Cuando esté practicando, es importante que no se enrede en comentarios mentales, análisis, ni charla interior. ... lo importante es la pura presencia mental.

Más que "observar" la respiración, vaya identificándose gradualmente con ella, como si se convirtiera en ella. Poco a poco, el aliento, la persona que respira y la respiración se vuelven uno; la dualidad y la separación se disuelven. ... comprobará que este sencillísimo proceso de presencia mental filtra sus pensamientos y emociones".

Para aquellas personas que no se encuentren cómodas con este método, el Maestro nos propone un segundo.

"2º) Utilizar un objeto.

... consiste en reposar ligeramente la mente sobre un objeto. ... puede utilizar un objeto de belleza natural que le induzca una sensación especial de inspiración (una flor o un cristal); pero algo que represente la verdad, como una imagen de Buda o de Cristo, o especialmente de su maestro, es todavía más poderoso. Su maestro es un lazo viviente con la verdad...

Muchas personas han encontrado una conexión especial con la imagen de la estatua de Padmasambhava, llamada "Se parece a mí", que fue hecha al natural y bendecida por él mismo en el siglo VIII en Tíbet. ... Los tibetanos lo conocen como "el segundo Buda" y le llaman afectuosamente "Guru Rimpoché", que significa "Maestro Precioso".


Inspirado por esto, fije una reproducción de esta fotografía a la altura de los ojos y pose ligeramente la atención en su rostro, especialmente en su mirada. Hay una profunda quietud en la inmediatez de esa mirada, que casi salta de la fotografía para transportarnos a un estado de percepción sin aferramiento, el estado de la meditación. Acto seguido, deje su mente callada y en paz, con Padmasambhava".

Por último, el maestro nos explica un Tercer método.

"3º) Recitar un mantra.

... es unir la mente con el sonido de un mantra. La definición de mantra es "aquello que protege la mente".

Cada sílaba de un mantra está impregnada de poder espiritual, condensa una verdad espiritual y vibra con la bendición del habla de los budas.

El mantra que yo recomiendo a mis estudiantes es OM AH HUM VAJRA GURU PADMA SIDDHI HUM (los tibetanos lo pronuncian: Om Ah Hung Benza Guru Pema Siddhi Hung), que es el mantra de Padmasambhava, de todos los maestros y seres realizados, y es por ello especialmente potente para la paz, la curación, la transformación y la protección en esta era violenta y caótica. Recite el mantra para sus adentros, con profunda atención, y deje que la respiración, el mantra y su conciencia se vayan fundiendo en uno".

A partir de aquí, mi recomendación es que cada cual busque su propio método de meditación, con el que se encuentre más cómodo. Estos tres métodos expuestos pueden ser de gran utilidad, pero no significa que sean los únicos, ni los que mejor le sirvan al practicante.

Yo, personalmente, he probado los tres y con el que más me identifico es con el segundo, utilizando la imagen del Maestro Padmasambhava. Simplemente me trasnmite PAZ...


Hasta pronto.


Vicente

miércoles, 9 de enero de 2008

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD...

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto.

Y entonces pude relajarme.

Hoy sé que eso tiene nombre... Auto-Estima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es... Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento.

Hoy sé que eso se llama... Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir cómo es ofensivo tratar de forzar alguna situación o persona solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada... inclusive yo mismo.

Hoy sé que el nombre de eso es... Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable ... Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó esa actitud, Egoísmo.

Hoy sé que se llama... Amor Propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los Mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.

Hoy sé que eso es... Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso erré muchas menos veces.

Hoy descubrí la... Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el Pasado y de preocuparme con el Futuro. Ahora me mantengo en el Presente, que es donde la vida acontece.

Hoy vivo un día a la vez.

Y eso se llama... Plenitud.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.

Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.

Este texto llegó a mi gracias a gala, trabajadora de la LUZ.

EL MIEDO

Según un cuento chino, un rey, famoso por su coraje y ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de sus soldados, como consecuencia de los violentos ataques y saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que dos servidores, y su castillo era el último bastión que impedía a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar sus aldeas diezmadas por el continuo acoso.

Y llegó el día en que se supo que los bárbaros avanzaban hacia las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco al palacio. Se cuenta que esa noche, cuando llegaron las noticias del avance enemigo, se vio el rostro del monarca marcado por el temor y la responsabilidad, pero en ningún momento abatido por el miedo.

Al amanecer, el rey ordenó a sus servidores que abrieran todas las puertas y ventanas, y, acto seguido, se instaló en una de las almenas a fin de observar la llegada de los invasores. Inmutable, les vio avanzar hasta la escalinata de palacio.

Pero, su serenidad perturbó hondamente a los bárbaros. Éstos supusieron que les esperaba una trampa en su interior. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe reunió a sus hombres y tocó a retirada.

El rey dijo, entonces, a sus servidores: "Ved y no olvidéis nunca que una misma emoción, el miedo, a ellos les ha impulsado a huir atemorizados y a nosotros nos ha motivado a permanecer en nuestro puesto, encontrando una respuesta creativa a tan atemorizada situación".

(Adaptación libre de un relato anónimo de la tradición china).


martes, 8 de enero de 2008

MÉTODOS DE MEDITACIÓN Y POSTURA: INTRODUCCIÓN

En principio existen tantos métodos de meditación como personas, es decir, cada cual puede emplear el método que quiera, pero, evidentemente, no a todo el mundo le resulta fácil encontrar ese punto o estado de reposo y atención sin seguir un método determinado. "Buda enseñó 84.000 maneras distintas de domesticar y apaciguar las emociones negativas, y en el budismo existen incalculables métodos de meditación".

"...un método sólo es un medio, no la meditación en sí", dice el Maestro Sogyal Rimpoché; y continúa "...para que se produzca la meditación hay que crear condiciones serenas y auspiciosas.Antes de alcanzar el dominio de nuestra mente tenemos que calmar su entorno..., la mente es como la llama de una vela: inestable, parpadeante, constantemente cambiante, avivada por el viento violento de nuestros pensamientos y emociones. La llama sólo arderá de forma estable cuando aquietemos el aire que la rodea..."

Estas palabras nos llevan, irremediablemente, al cómo crear ese entorno, a la creación de esa condición auspiciosa, y, consecuentemente, a LA POSTURA.

"...el sentido de adoptar una postura correcta es el de crear un ambiente más estimulante para la meditación...
La postura (de la que habla Sogyal Rimpoché) procede de las antiguas enseñanzas de Dzogchen...". Es la postura que le fue enseñada a este Maestro y la que él nos explica: "Siéntese, pues, como si fuera usted una montaña, con toda la majestad firme y serena de una montaña... lo más esencial es mantener la espalda recta, como una flecha o una pila de monedas de oro. La energía interior, o prana, podrá fluir entonces sin obstrucción por los canales sutiles del cuerpo, y la mente hallará su verdadero estado de reposo. No fuerce nada... La cabeza ha de estar cómodamente equilibrada sobre el cuello. Los hombros y la parte superior del tronco aportan la fuerza y la gracia de la postura, y deben sostenerse con vigoroso aplomo, pero sin tensión.
Siéntese con las piernas cruzadas. No es necesario que adopte la postura completa del loto... Las piernas cruzadas expresan la unidad de la vida y la muerte, de lo bueno y lo malo, de los medios hábiles y la sabiduría, de los principios masculino y femenino, de samsara y nirvana... También puede preferir sentarse en una silla con las piernas relajadas, pero procure tener siempre la espalda recta.
En mi tradición de meditación, los ojos han de estar abiertos: este es un punto muy importante. Si es usted sensible a las perturbaciones exteriores, cuando empiece a practicar puede favorecerle cerrar los ojos un rato y volverse calladamente hacia su interior.
Una vez se sienta establecido en la calma, abra gradualmente los ojos y comprobará que su mirada se ha vuelto más sosegada y tranquila. Ahora mire hacia abajo, siguiendo la línea de la nariz, en un ángulo de unos 45 grados ante usted.
... no enfoque la vista sobre nada en particular; vuélvase en cambio ligeramente hacia usted mismo y deje que su mirada se extienda y se vuelva cada vez más amplia y espaciosa."

Los motivos de tener los ojos abiertos son varios: es más difícil dormirse; la meditación no se trata de evadirse del mundo, ni entrar en trance o en un estado alterado de conciencia: "Por consiguiente, durante la meditación mantenga los ojos abiertos, no cerrados. En lugar de excluir la vida, permanece usted abierto y en paz con todo. Deje abiertos todos sus sentidos -el oído, la vista, el tacto - con naturalidad, ..., sin aferrarse a sus percepciones...
Cuando medite deje la boca ligeramente abierta.... Deje que las manos reposen cómodamente sobre las rodillas".

"... cuando medite, invítese a percibir la autoestima, la dignidad y la poderosa humildad del buda que es usted".

En la próxima ENTRADA comentaremos tres métodos concretos.

Un Abrazo.

PRÁCTICA DE LA PRESENCIA MENTAL

Como continúa el Maestro Sogyal Rimpoché: "La meditación consiste en llevar la mente de vuelta a casa, y esto se consigue en primer lugar por la práctica de la presencia mental o atención".

Esta "atención" es fundamental y, al mismo tiempo, difícil de conseguir. Es la "atención sostenida" de la que habla otro Maestro, español y más contemporáneo (murió en los años 80), que era Antonio Blay Fontcuberta; y de la que han hablado muchísimos autores y meditadores.

Es estar en una calma alerta; contemplar sin juzgar; aceptar con amplitud; fluir (en términos reikianos); permanecer abiertos y atentos. Dice Sogyal Rimpoché: "Más que suprimir las emociones o entregarse a ellas, lo importante aquí es contemplarlas, y contemplar los pensamientos y cualquier cosa que surja, con una aceptación y una generosidad lo más abiertas y amplias posible... Gradualmente, mientras permanece abierto y atento... empezará a sentirse a gusto en su ser... De aquí viene una sensación de liberación y una profunda tranquilidad... Sólo cuando hemos eliminado el daño que llevamos dentro nos volvemos verdaderamente útiles para los demás."

Y continúa: "Sobre todo, siéntase cómodo, tan natural y holgado como pueda. Escape sigilosamente del lazo de su nervioso yo habitual, abandone todo deseo y relájese en su verdadera naturaleza. Imagínese que su yo ordinario, emocional y agobiado de pensamientos, es un bloque de hielo o un trozo de mantequilla dejado al sol... Sentado en silencio, el cuerpo quieto, la boca callada, la mente en paz, deje ir y venir sus pensamientos y emociones, todo lo que surja, sin aferrarse a nada".

Bien, pues todo esto es tremendamente difícil y, a la vez, tremendamente sencillo. Solo es cuestión de practica y paciencia. Que nadie espere meditar un día y encontrar toda esa paz y tranquilidad. Releer "ENTRENAMIENTO DE LA MENTE" y os acordaréis de los 4 matices a los que se refiere el Maestro Sogyal Rimpoché (último párrafo).

Seguiremos con unos Métodos, Postura...

Un Abrazo